Hoy estuve viendo la mitad de una película que se llama «Los niños de San Judas» basada en un reformatorio católico Irlandés, en el cual los niños eran abusados tanto físicamente como sexualmente por un sacerdote de ese mismo reformatorio. Lo interesante del caso es que a ese lugar llega un maestro (al parecer de literatura) el cual trae una historia tras de sí, por ser un ex combatiente de la guerra civil española, y por lo que entendí esto le marcó en cuanto a su trato y visión particular del mundo y que es notoria en la convivencia con los chiquillos de tan triste lugar.
Chillón y sensible como soy, hubieron momentos que me metía mucho dentro de la película y que tuve que cuestionarme el porqué me enganchaba en esas escenas, (comentaré algunas):
1. Dos hermanos que separados por un muro se ven a escondidas, mientras uno le regala un pedazo de pan como regalo de navidad y posteriormente se dan un abrazo (apenas alcanzándose) esto me provocó sentimiento porque las demostraciones de cariño entre hermanos, siempre me han «ganado» (tan solo basta recordar «Rain Man» o la tierna pero dramática historia de una Mañanita de San juan de Manuel Gutiérrez Nájera) historias que se resalta el amor entre hermanos y que me recuerda mucho a mi hermano mayor, que siempre cuidaba de mí, así como yo cuidaba de mi hermana menor. Es por eso que esa escena me movió el corazón.
2. Posterior a la escena que acabo de platicar, el sacerdote que abusaba de ellos, los ve y les castiga en público ante los demás niños (obligando al resto a que vean como los azota de castigo) para eso uno de los mayores se rebela y hace que los demás niños no vean la paliza, ante lo cual posteriormente llega el maestro nuevo y evita que sigan golpeando a los chiquillos.
3. Es este maestro el que me ha llamado la atención, pues el personaje me enganchó por su entrega a los niños, que aunque riguroso en el trato con ellos, es amoroso y humano en su enseñanza.
Y fue debido a eso que al final de la película me haya emocionado, pues durante lo que vi en la película todo lo que venía a mi mente era que una labor con corazón y trasfondo humano NUNCA se olvidará, y más cuando son niños ante quienes trabajamos, por eso cuando vi la reacción del profesor al ver los logros en sus niños, pues es para emocionarse… (como en la película «los coristas«) pues que mejor logro que dejar algo de ti a los demás de tal forma que dejas una huella para bien. Por eso soy de la idea de que un héroe es aquél que vive en el corazón de los demás y que les motiva a ser mejores con el ejemplo que uno les otorgue.
Y esto luego lo traslado a las organizaciones, por lo que me enoja ver cuando una persona que se proclama «líder» lo único que hace, es tomarse los logros del equipo como suyos y dejar de lado a la gente con quien labora (y vamos que he conocido a muchos así) Por eso el ver el papel de este profesor y su paso por ese reformatorio me movió muchas cosas (inclusive me recordó al profesor del documental francés «Ser y Tener» por su dedicación y entrega a la enseñanza)…
en fin… me quedo con muchas ideas en el tintero… creo que posteriormente saldrán porque sé que saldrán…
He tenido la oportunidad de conversar con una persona sobre sus avances ante una serie de vivencias muy complicadas que está afrontando en su vida. Cuando me ha contado la manera en que ha afrontado lo que antes le paralizaba y le dejaba tirado en cama, me dejó impresionado, pero no por sus «grandes» acciones (que muchos pudieran pensarse extraordinarias) al contrario, son pequeñas decisiones y acciones que ligadas entre sí le han permitido crear una especie de cuerda que le ha permitido sostenerse para evitar seguir cayendo y ayudarse de ella para seguir adelante. Son estas pequeñas acciones las que me hacen recordar que más que hacer grandes cambios, son los pequeños y consistentes que como la gota que cae sobre la roca, permiten poco a poco perforarla y posteriormente abrir camino en ella. Lo mismo con nosotros, pues nuestros pequeños cambios permiten crear el camino para la nueva persona que deseamos ser. Me siento agradecido por la confianza de ella para abrirse conmigo, poder dialogar y de esta manera, apoyarle a que siga recordando los recursos con los que ya cuenta y a desarrollar nuevas habilidades en caso de requerirlas, para seguir fortaleciendo la nueva persona que desea ser.
También es importante contextualizar la situación. Pero estoy de acuerdo en que a veces se alaba y se aplaude al trabajador que «se pone la camiseta», cuando posiblemente la persona no sabe poner límites en el trabajo, en donde un mal administrador «premia» al empleado problemático al no ponerlo a trabajar (para no meterse en broncas) y la carga se la asigna al que trabaja de manera rápida y efectiva (para que saque la chamba), en pocas palabras a este último se le castiga con más chamba.
Otra posibilidad es que el trabajador(a) prefiere estar en el trabajo porque no quiere afrontar las broncas de casa (o una mala relación de pareja).
Por esto y más, creo que es sano reconocer cuando trabajamos de manera efectiva, donde dices «me la partí esta semana, pero ya tengo estos días para descansar». Sí, podrá sonar a un idealismo romántico, pero puede ser un objetivo más sano que decir que te la partes por el jale y que no te retribuyan económicamente ni emocionalmente o de alguna otra forma que permita un cierto equilibrio de vida.
los bailarines hemos estado encerrados tanto últimamente,
que ya nos urgía salir a ensayos nuevamente”
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“requería estirar estirar mis pies, ¿no lo ves?,
haciendo al menos uno que otro plié,
¡y no me hables de estudiar
que me empiezo a fastidiar!.”
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“¡Mejor vamos a bailar!,
que para eso vinimos a ensayar,
la tarea podré hacerla en casa,
en lo que mi adolorido cuerpo descansa.”
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“Está bien…” dijo la muerte
con actitud condescendiente,
“Porque yo te quiero contratar
cuando te logres titular.”
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“Te quiero como coordinadora
de difusión cultural,
y luego como directora
de todo evento sobrenatural.”
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A Greta la propuesta, no le sonaba nada mal,
pues tenía los estudios y la formación profesional.
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y así ambas hicieron un trato
y lo sellaron con un abrazo,
y juntas entretanto
se dirigieron al camposanto…
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Tenía tiempo sin escribir y este mes anduve atareado con varias cosas que no me di la oportunidad de redactar mi acostumbrada calaverita anual. Pero resulta que dado que soy admirador de la bailarina Greta Elizondo, solista de la compañía nacional de Danza, pues la sigo en su instagram y veo sus publicaciones, hoy compartió unas fotografías en las que se ve muy bien y eso me motivó a escribirle una calaverita, algo de humor y que espero que si lo lee, le logre sacar una de sus lindas sonrisas.
¿sabes?, estoy viendo la película «Jojo Rabbit» y por azares del destino coincidió con la apertura de un vino tinto, y como dicen que los niños y los borrachos dicen la verdad, te platico que la película es muy tierna y que quisiera estarla viendo contigo, como también quisiera compartir contigo el vino, queso y aceitunas que aprendí a degustar gracias a ti.
Te extraño mucho, pero sé que tú ya tienes tus ocupaciones y preocupaciones, solo quería que supieras que me acuerdo de ti…
Aburrida y fastidiada la muerte a un lado esperaba a que de sus labores, daniel se desocupara quiso llegar con mucha anticipación a la habitación de este muchachón
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pues ahora con lo del confinamiento viajar desde el cementerio era un tormento extremando todos los cuidados para evitar a los contagiados
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no podía llevar a nadie de la mano ni darles el beso de la muerte pues por el momento no era sano y mucho menos prudente
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así que cuando llegó con Daniel en sus huesudas manos se echó gel y se puso su cubrebocas cuidadosa “¡no vaya a ser que él me tosa!”
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y esperó… y esperó… y esperó…
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Pero Daniel a la muerte no notaba ya que absorto como estaba miraba fijamente una pantalla mientras la muerte hacía su faramalla
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así que la blanca dama con cautela a Daniel se acercó y con cuidado su hombro tocó para no causarle gran alarma
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“¡oh! aquí te encuentras” Respondió Daniel sin prestarle atención ahorita no me distraigas que me encuentro en medio de una sesión
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La huesuda se molestó por esa falta de atención pero educada como es, a Daniel esperó a que terminara su transmisión
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habiendo terminado, Daniel rápido se levantó ropa y tenis deportivos, con premura se calzó y enmedio de la habitación quedóse la muerte extrañada que no entendía lo que ahí pasaba
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“perdona querida amiga, hazte a un lado por favor, requiero mover mi cama para ejercitarme mejor”
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la muerte de mala gana a una esquina se movió observaba con desgana como Daniel sus ejercicios empezó
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Daniel brincaba y sudaba y de sudor a la muerte salpicaba quien ya estaba hastiada (fastidiada) de no poder hacer nada
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Cuando Daniel Terminó la muerte se alegró “ahora sí tendré su atención, sin ninguna interrupción”
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y apenas iba a decir palabra alguna pero Daniel se le adelantó “¡Dios! ya es casi la una y el hambre ya no aguanto!”
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“A comer acompáñame hoy y así platicaremos mejor, espero que no te moleste mi olor sudadito como estoy…”
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La muerte por un momento pensó y a Daniel enseguida sugirió que para poder quitarse ese tufazo mejor se diera un regaderazo
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Y ya dispuestos en la mesa La muerte y daniel platicaron largamente, Ella del contagio que no cesa, Él de sus inquietudes presentes
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“¿Sabes?, No me puedo quejar” Dijo Daniel sin vacilar “con el encierro he podido aprovechar para algunos estudios terminar”
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“he podido prepararme y ya no desanimarme pues he logrado ayudar a quien conmigo se quiera acercar”
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“inclusive hacer mejoras en casa pudiendo incluso hasta pintar, cuando mi paciencia es escasa y me da por desesperar”
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ahora hasta le di al ejercicio lo que para mí es sacrificio porque ¿cómo voy a adelgazar, si café con pan me gusta devorar?”
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La muerte pensativa se animó a preguntar “¿y de tu vida afectiva, hay algo que quieras agregar?”
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“ay querida amiga mía me incitas a la nostalgia con recuerdos que me atosigan de aquella a quien yo quería”
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“¿querías y ya no quieres? no entiendo a qué te refieres si era ella tan importante ¿cómo es que sigues adelante?”
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“sigo adelante y tambaleante soy un triste caminante, al no tener su dulce semblante conmigo en este instante”
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“pero la vida sigue, amiga muerte ella sigue su camino, yo sigo el mío vamos por rumbos diferentes aunque yo no la olvido”
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“porque con ella me he sentido un poquito más vivo, he sido menos reflexivo y me he vuelto un poco más activo”
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“y antes de que se fuera le dije que la amaba, por todas las cosas buenas que ella en mi provocaba”
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“por ello me siento tranquilo y un poquito dichoso, de esta vez haberle hecho caso a mi corazón caprichoso”
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“y aunque no tengo la certeza de si nos volveremos a ver, tengo una ligera esperanza de que algo pueda suceder”
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diciendo lo anterior, Daniel en silencio quedó y entre él y la muerte, el silencio reinó pues no había nada qué agregar, ni mucho menos preguntar
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así le muerte serena A daniel su mano tendió, y este con calma la tomó esbozando una sonrisa ligera
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y al verse con Daniel frente a frente la muerte se expresó positivamente, valorando muy animadamente sus cambios obtenidos últimamente
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“Creo que has hecho bien manejando lo que te ha pasado, y si no tienes pendientes que te agobien ¿qué te parece si nos vamos a otro lado?”
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“y es que allá a donde vamos no estaremos tan agobiados, de que podamos contagiarnos si nos tomamos de la mano”
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“y aunque estaremos confinados y en una tumba seguirás encerrado, créeme que te sentirás relajado porque estarás muy bien cuidado”
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“Pues Manuel de la O lo ha mencionado en muchísimas ocasiones, que la visita a los panteones en estos días, su permiso está negado”
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“así que ¡andando ya! y en el camino nos compramos un pan de muerto, y si dinero no traes, gustosa te lo invito a ti, que serás mi nuevo inquilino”
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y así, con cuidado y precaución y cuidadosamente desinfectados, de las manos se fueron tomados con rumbo hacia el panteón
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y así como dicta la sana distancia cuidadosamente desinfectados, a metro y medio separados se dirigieron hacia su última instancia.
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Pues aquí mi calaverita (literaria) anual, que en este año, me dilaté más en hacerla porque durante octubre estuve más ocupadillo haciendo adecuaciones en casa (pintando mi habitación), atendiendo (poniendo en práctica mi formación en Terapia), presenciando unas conferencias sobre bienestar y ejercitándome. Tal vez eso para otras personas no sea gran cosa, pero a mí, sí me llevó tiempo. Se supone que una calaverita es breve y graciosa pero ahora no me salió tanto así pues cada año toma un matiz más serio y aunque traté de hacerla amena, no salió tanto como esperaba y más que nada, porque me sentía apurado para no dejar pasar más tiempo en hacerla, espero que el año entrante logre hacerla antes del día de muertos y no después… ja (¡¡¡¡y no taaaaan larga!!!!).
Este año, la verdad ha sido atípico principalmente por la pandemia que desde diciembre emergió en China y a México nos llegó en febrero (supuestamente el 1er caso se detectó el 27 de febrero). Y el confinamiento se dió a partir de que inició la semana santa (a mí todavía me hicieron ir ese viernes medio día a trabajar). Honestamente el confinamiento me sirvió para ponerme a estudiar y hacer con más calma mis clases de Terapia breve Sistémica (las cuales tuvimos vía zoom). También me permitió prepararme en las sesiones de trabajo con clientes, que aunque han sido pocas, pues me han sido de utilidad práctica pues me ha dado un poco más de soltura al trabajar y aplicar el modelo.
Por otra parte, si bien el encierro no nos ha permitido salir con libertad, en el plano de salud física tuve que ajustarme y buscar otra actividad que me permitiera ejercitarme pues el correr no era seguro, así que me conseguí una cuerda de saltar y pues a darle, lo que a su vez, gracias a que una amiga me invitó a unirme a su clase de crosstaining vía zoom, pues empecé a probar con otro tipo de ejercicio lo que me permitió incrementar un poco más mi condición física, de tal manera que si bien ahorita sigo pesando casi lo mismo (90-91 kg) he logrado tonificar mi cuerpo y disminuir la talla de mi cintura (aún batallo con la comida, pero eso es caso aparte). Gracias a ella, nos dio el dato de una promoción de un gimnasio que ofreció una suscripción por una cantidad accesible para oct-nov-dic y pues aproveché, y me siento contento de los logros que estoy obteniendo como aguantar un poco más las lagartijas (push-ups), las sentadillas (squats) me salen con más facilidad y otras cosas más.
Este 2020 y confinamiento me trajo dos «sorpresas» que en cierta manera sabría que pasarían en algún momento, reencontrarme con alguien a quien había dejado tiempo atrás y cuyo reencuentro fue ameno y que nos permitió aclarar varias cosas y volver a tener comunicación y amistad. Mi otra «sorpresa» fue de alguien que ya no está pues continuó su camino para cumplir su sueño y si bien ya intuía yo que se alejaría, no esperaba que fuera en este año pero así sucedió… y siento que este tiempo sin su presencia será importante para mí para lo que haré más adelante pero me siento tranquilo porque me permití vivir lo más posible al lado de esta personita super especial.
El resto, ha sido de observación y reflexión de lo que está sucediendo en el entorno mundial y nacional, gente que toma la pandemia como una mentira, otros como una conspiración y algunos otros la viven con ansiedad. El punto es que a todos nos ha trastocado, algunos han perdido sus trabajos, otros lo han visto disminuido, hay quienes no les ha afectado porque su empresa les permite trabajar desde casa y por consiguiente las cosas sigue casi igual.
Y es lo anterior que la gente ha empezado a experimentar los resultados del confinamiento, apatía, ansiedad, depresión, enojo, desesperación, juzgando a los demás como si estuvieran en la misma situación, hay una falta de empatía tremenda, de ponerse en el lugar del otros pues las circunstancias de cada uno pueden ser muy diferentes, ej. juzgar a la gente que anda en la calle, porque no se quedan en casa, pero muchos no piensan que muchas de estas personas seguramente se tienenq ue buscar el sustento diariamente con o sin covid-19.
Y no se diga del tema escolar, con posturas encontradas, pues ha habido casos de maestros que bajo esta modalidad el trato (o maltrato) a sus alumnos queda grabado en video (por sus clases vía zoom) lo que ha generado diversas opiniones, generalmente polarizadas, de quienes dicen que un maestro así prepara a los alumnos para la vida real y quienes están en contra al mencionar que un profesor no tiene por qué maltratar o insultar a sus alumnos (yo soy de esta opinion), y si a eso le sumamos diversos problemas que están saltando, como la falta de tecnología adecuada para llevar clases vía internet (no todos tienen para una laptop decente y más si son varios hijos en la escuela), otra es la calidad de la infraestructura que da soporte a esto (ej, para alumnos de música una clase vía zoom es ineficiente si esta se corta o degrada la calidad del sonido), aunado a situaciones emocionales propios del confinamiento (niños que al no tener con quién convivir durante la clase, se fastidian y dispersan).
Pero como diría el Dr. Ruperto (mi maestro del diplomado en Terapia Breve), estas situaciones nos permiten ver la importancia de la salud mental y pues es una oportunidad que tenernos para ayudar y darnos a conocer.
Y hablando de mi curso de terapia Breve sistémica, me siento muy contento de la formación recibida, pues me ha dado un panorama más amplio de acción que junto con lo que vi la semana pasada sobre el tema de bienestar y psicología positiva, me anima bastante pues hay mucho por hacer e intentar. Un aspecto esencial que se me grabó mucho fue la importancia de los aspectos positivos con los que llega un paciente o que puede identificar a pesar de su conflicto, me fue de mucha utilidad cuando me animé a consultar a mi primera familia en terapia (una mamá y su hija). Cuando le mencioné en una sesión de repaso, la maestra me felicitó y animó a seguir, pues a pesar del miedo y errores logré un gran aprendizaje y eso me motivó mucho, pues comprendí que a pesar de mi miedo e inseguridad di el primer paso. Una anécdota para agregar, fue que en mi curso de Terapia Breve, me concedieron el honor de hablar a nombre de mi generación del diplomado… al principio me dio mucho nervio que me hayan seleccionado a mí, hasta pensé en decir que no, pero me dije «ahhh no, me están dando una oportunidad, así que la tomo porque la tomo» y pues bueno lo hice y me sentí contento y a gusto, si bien la ceremonia fue vía zoom, eso no le quitó seriedad y solemnidad al evento.
Ahora lo que sigue es seguirme preparando, crear contenido para trabajar y seguir consultando para seguir agarrando experiencia y por consecuencia desarrollarme más profesionalmente.
Mientras tanto, esto fue un vistazo general por medio de mi calaverita anual =)
Un saludo a mis dos lectores, un abrazo a la distancia a esa preciosa personita que incidió en mi vida para rectificar mi camino y empezar a cambiar para bien… espero (o confío) que volvamos a coincidir en mejores circunstancias…
oscuridad, sentado a solas en mi habitación, taciturna luz, que te cuelas por mi ventana, y haces palidecer ligeramente, mis manos, las observo con cuidado, el sonido de una melodía, se hace presente en mis oídos, sonidos graves, lúgubres, nostálgicos, una voz murmulla algunas palabras, ininteligibles para mi mente, pero significativas para mi corazón, distingo una palabra, una frase, y se evocan los recuerdos, mis manos, que en estos momentos escriben, recuerdan…
recuerdan lo que era tocar con la curiosidad de un niño, recuerdan las manos que sujetaron, recuerdan las sonrisas que tocaron, recuerdan las caricias que regalaron, recuerdan el placer que otorgaron, recuerdan las lágrimas que secaron, recuerdan los poemas que dedicaron,
y recordaron… que desean seguir escribiendo, al compás de la nostalgia, para revivir emociones, que se plasmen en palabras, a pesar de que saben que estas letras, ya no tienen destino,
a pesar de que saben, que este corazón que las gobierna, aunque late, no lo hace por deseo, sino por la inercia, de una mente que sueña, que TE sueña, pero que no despierta…
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Estas letras, palabras, emociones o lo que sea que haya escrito, surgió en un ratito mientras volvía a reescuchar la canción «I´ll keep coming» del grupo Low Roar, creo que la inspiración llegó sin esperarla, pero la verdad es que se presentaron algunas cosas que hicieron merma en mi mente y estuvieron como un un ave que sin desearlo entra en un espacio cerrado y en su desesperación por salir se golpea una y otra vez, golpéandose y desesperándose cada vez más. Así de torpe es mi mente cuando se empecina en pensar cosas que le hacen daño.
Es curioso como por evitar hablar de ciertas cosas que pueden ayudar a acortar el dolor, las evitamos para seguir manteniendo ilusiones que nada valen contra la realidad. La ingenua ilusión de querer que siga una relación con una persona especial, cuando en la realidad se ha hablado de ello y se ha dicho que no funcionará. Pero es tan terco el corazón o es tan grande el miedo a quedarse solo y comenzar nuevamente, que nos empantanamos en la inactividad de no querer hacer nada más para no perder lo poco que hay, sabiendo que ya no habrá nada más y que muy posiblemente eso poco, se terminará en algún momento.
Este par de párrafos previos, los escribí de manera impersonal, porque soy aún cobarde para admitir que fallo en ese aspecto…
En fin, requiero trabajar en ello, un saludo a mis dos lectores… AMDG
Curiosamente hoy hablaba con amistades acerca de como a pesar de que traemos una carga histórica (familia, formación y contexto) siempre podemos hacer algo. El no hacer, también es una acción, que también puede ser válida. Habrá otros momentos en que sí requiera llevar acabo alguna acción si tengo la sensación de que no quiero repetir patrones que me afectan o afectan a otros. Todo de acuerdo a nuestro nivel de conciencia.
(esta mini entradita la hice escuchando la canción BB’s Theme del soundtrack del videojuego Death Stranding, que no logro sacarme de la cabeza después de conocer toda la historia).
La gente muchas veces comete el error de dar una opinión (pensando que es Empatía) diciendo lo que ellos harían en el lugar de la otra persona ante la situación pues la otra persona aparte de frustrado, no siente que escuchen sus inquietudes más profundas además de sentirse avergonzado y juzgado por haber «elegido mal«. Las personas cuando «intentan» escuchar olvidan que si realmente estuvieran en la situación que la otra persona les está narrando, harían exactamente lo mismo que ellos, aquí la diferencia es acompañar en el sentir de la persona, es decir por ejemplo «imagino que debió haber sido frustrante no haber pensado en otra solución» o «debe ser muy duro estar lidiando con esta sensación de incomodidad«, o por lo menos un «sí, veo que la estas pasando muy mal, te comprendo y aunque no sé qué más decirte estoy aquí contigo«.
Deo volente 